“El ingeniero que egrese en 2030 tiene que salir a generar cambios en la industria, no sólo ser un repetidor de cosas y ese cambio viene con la innovación”, sostiene el profesor Andrés Fernández de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, quien junto a los académicos Eduardo Baeza y Vinicius Minatogawa, ambos de la misma Unidad Académica, imparte la asignatura optativa “Innovación en la Industria de la Construcción”.

El ramo, que se ofrece, todos los semestres, de manera optativa para los alumnos y alumnas de las cuatro carreras que imparte la Escuela, busca sembrar la semilla innovadora en sus estudiantes, prepararlos para levantar un proyecto, que sepan cómo convertir una idea en un proyecto susceptible de ser presentado y con posibilidades de adjudicarse fondos.

A partir de esta iniciativa se adjudicaron un proyecto interno de la Unidad de Mejoramiento de la Docencia Universitaria, perteneciente a la Vicerrectoría Académica, para generar una metodología de enseñanza de la innovación siguiendo el enfoque del aprendizaje basado en desafíos”.

“Nosotros no explicamos lo que es innovación, provocamos vivir la experiencia”. Tampoco realizamos clases tradicionales tipo cátedra para explicar las materias. Lo que hacemos es plantearles una problemática real determinada y son los mismos alumnos quienes deben proponer soluciones y en el proceso van aprendiendo las materias que necesitan para el desarrollo de sus ideas. Generamos metodologías para que busquen soluciones”, explica Andrés Fernández.

La idea del proyecto, sostiene, es desarrollar una metodología para la asignatura, por lo que se registra cada procedimiento que se realiza en clases de modo de sistematizar los procesos y levantar una metodología que luego cualquiera pueda aplicar en cualquier disciplina, es decir, elaborar una asignatura en base a competencias de innovación.

Pero, ¿qué es innovar? El profesor Fernández expresa que no basta con concebir el concepto como la acción de “hacer algo diferente que mejore la situación actual”, sino que, como refuerza Vinicius Minatogawa “la innovación se manifiesta cuando una idea novedosa se desarrolla y se aplica de manera efectiva, pudiendo cambiar la forma en que hacemos las cosas. Aunque a menudo la validación del mercado y la inversión pueden jugar un papel importante en el proceso, también pueden surgir innovaciones fuera de estos contextos, por ejemplo, en el ámbito público. Antes de su implementación, estas ideas pueden ser consideradas como prototipos o invenciones”.

De ahí también surgió una modificación que le da un valor adicional a la asignatura: antes los alumnos presentaban problemáticas que habían experimentado durante su práctica profesional; mientras que, a partir de este año, los estudiantes están trabajando en el desarrollo de soluciones para problemas reales que les plantearon representantes de empresas de la región de Valparaíso que están asociadas a la Cámara Chilena de la Construcción.

“Todos los temas son atingentes para los alumnos y alumnas de la escuela porque requieren aunar las perspectivas de la construcción y del transporte y la logística”, explica Fernández.

En este mismo proceso, han recibido la colaboración de diversas unidades de la PUCV cuyo trabajo se orienta en la misma dirección, entre ellas, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de quienes recibieron información sobre los diferentes instrumentos que existen para inscribir la autoría de un proceso o un producto. Así también el programa Valparaíso MackerSpace, que trabaja para promover la innovación, la experimentación y el prototipado al interior de la Universidad, cuyos profesionales explicaron lo que significa el prototipage de las soluciones y sus alcances; y por supuesto, también reciben apoyo constante de la Dirección de Innovación y emprendimiento (DIE), en el desarrollo de los
aspectos de innovación que están desarrollando los alumnos y alumnas.